Historia y Orígenes

Tradición Gallega

Compartimos un especial de la mano del Brujo Queiman donde se ve en escenala tradición de Galicia


La Queimada, una historia 

de "sapos e bruxas"

En 1974 el creador del conxuro añadió las referencias a Satán y Belcebú 

y comenzó a representarlo en la discoteca Fausto de la Ciudad de Vigo

El conjuro o "esconxuro" tradicional de la queimada fue inventado en Vigo en 1967 por Mariano Marcos Abalo para una fiesta de juegos florales de las muchas que entonces tenían lugar en un barco decomisado amarrado en el puerto de la ciudad. En 1974 su creador le añadió las referencias a Satán y Belcebú y comenzó a representarlo en la discoteca Fausto de la Ciudad Olívica. Por esa misma época, una imprenta viguesa empezó a vender copias del conjuro, inicialmente sin su autorización y luego pagando una peseta por ejemplar vendido. El éxito hizo que otras empresas empezaran a vender copias por su cuenta, sin ninguna autorización y sin citar su nombre, lo que puede haber contribuido a la creencia de que el conjuro era de un autor anónimo. En 2001, Mariano Marcos Abalo decidió registrar la propiedad intelectual del conjuro.

Antonio Villaverde “O Ruso”, nativo das Illas Ons, viejo lobo de mar y cocinero de grandes barcos que se echaban a la mar surcando todos los continentes, decía que la Queimada tenía un origen celta y algo de mágico, relacionado con todo aquello que no conocemos y que él nos sabía trasmitir tan bien en sus relatos a luz de una buena cunca de queimada o de buen vino. Nadie mejor que él para prepararla y recitar su tan conocido conjuro. Quede pues esta receta como un pequeño homenaje a este personaje tan entrañable y con el que compartí tan buenos momentos.

Es uno de los rituales más difundidos del aguardiente. Sin el componente mágico-religioso, heredado de civilizaciones antiguas y transmitido a través de los distintos pueblos colonizadores, ni el aguardiente podría ser el espíritu del vino, ni la queimada otra cosa que la simple combustión de una sustancia orgánica, el alcohol etílico.

Origen

Los orígenes de la bebida son desconocidos. Popularmente, a la queimada se le atribuyen orígenes celtas, pero, según afirmó en 1972 el catedrático de prehistoria de la Universidad de Santiago, Carlos Alonso del Real esto sería imposible, ya que la destilación del aguardiente en Galicia no puede ser anterior a la introducción del alambique (de origen árabe) a partir del siglo XII o XIII, ya en la edad media. Así mismo, siempre según Alonso del Real, el azúcar de caña, uno de sus ingredientes fundamentales, también lo introdujeron los árabes en la península ibérica (la difusión de su equivalente de remolacha es muy posterior, correspondiendo a las Guerras Napoleónicas).

Esto le llevó a atribuirle orígenes medievales a la bebida. Establece sus orígenes en los siglos XI o XII, coincidiendo con la construcción de la Catedral de Santiago. Las llamas de la Queimada son la expresión de la cultura de un pueblo milenario, que ha sabido integrar en su seno conceptos y actitudes que provienen de los albores de la civilización humana.

Posteriormente, el antropólogo Xosé Manuel González Reboredo, afirma que el consumo de aguardiente (sin quemar) era habitual en la Galicia rural tradicional, donde tenía fama como medicina contra el catarro y que en un momento dado (mediado de los años cincuenta del siglo XX) gallegos residentes en el exterior empezaron a tomar esta bebida en las fiestas o después de las comidas.

En reuniones de este tipo habría surgido la costumbre de acompañar el consumo de la queimada de conjuros compuestos ex-profeso para el momento. Esta costumbre se difundió tan rápidamente que ya en el año 1955 el alfarero de Mondoñedo Tito Freire, creó los recipiente de barro cocido, con forma de tartera y patas en los que se suele preparar habitualmente.